viernes, febrero 09, 2007

Orígenes del Judo: Vajramushti

Completando nuestra investigación acerca de las remotas raíces del Jiu Jitsu y Judo, llegamos a la milenaria India. Allí nos encontramos con el Vajramushti. ¿Cómo surge el Vajramushti? A continuación comentamos cómo se desarrolla este sistema de lucha.

Los pueblos Indoeuropeos (los Arios, los Griegos y los Latinos, por citar algunos) tenían el control de la mayor parte del mundo conocido hacia el II milenio aC. Estos pueblos eran nómades ganaderos y tenían una estructura patriarcal orientada a la guerra y a la ocupación de nuevos territorios. Hacia el año 1200 aC, los arios habían penetrado en la llanura indogangética llevando consigo un sistema de lucha conocido como Pankration (ver artículo anterior), sistema que habían tomado prestado de sus primos los griegos. También llevaban a cuestas el orgullo del guerrero invicto.

Pero ningún ario sospecharía jamás lo que allí se encontrarían. Su irresistible fuerza encontró un obstáculo inamovible. Aquellos fornidos rubios de ojos azules se encontraron con unos pequeños hombres de tez morena, que tras su aparente fragilidad escondían una gran fortaleza. Se habían cruzado con los Yoguis, los maestros del poder mental.

Estos Yoguis parecían inmunes al dolor y eran capaces de proezas increíbles. Podían caminar sobre el fuego, soportar el frío más severo, pasar días sin dormir o comer, dormir de pie o restañar sus heridas. Los arios quedaron estupefactos. Su marcha había terminado, llegando el momento de asentarse en la región. Con el paso del tiempo se dieron cuenta de que el conocimiento de aquellos hombres mejoraría mucho su habilidad guerrera. Así que tomaron su Pankration y le añadieron las técnicas de los hindúes. Así nació el Vajramushti, o “el Puño del Trueno”.

Un fructífero intercambio cultural entre India y China ayudó a que los Taoistas del sur de China aprendieran el Vajramushti. Ellos lo mejoraron coreografiando sus movimientos y aportándole las poderosas técnicas de control respiratorio que habían aprendido de los buceadores de perlas. Y de igual forma que el Vajramushti había llegado a China, la misma versión mejorada también realizó el camino de vuelta. Siglos después, en el 325 aC cuando Alejandro Magno invadió India, quedó impresionado con la habilidad de incluso los practicantes de segundo orden.

Pero aun habría oportunidad para una nueva mejora. El Taoísmo había absorbido el cuerpo de la Medicina China: conocimientos de anatomía, farmacología y acupuntura. La pragmática mente refinó el Yoga Kundalini y el concepto de Prana Indios (energía vital), dando lugar a la órbita microcósmica y al Chi (energía vital, Ki en nihon). A partir de entonces la obsesión particular de los taoístas fue la benéfica distribución del Chi a cada parte del cuerpo. Con el estudio de los meridianos, canales por donde discurre el Chi, descubrieron muchos puntos de presión particularmente sensibles. Estos nuevos conocimientos volvieron a enriquecer al Vajramushti, dando lugar al Tai Chi Chuan, “el Gran Puño Definitivo”.

En el siglo VI, Bodhidharma (en dibujo a la izquierda), príncipe hindú bien versado en Vajramushti y técnicas internas de fortalecimiento y relajación, así como en filosofía y teología, se dio cuenta de que el Budismo estaba entrando en un estado de somnolencia y quiso darle un nuevo aire. Así que combinó la filosofía Budista con la metodología Taoísta y se fue a China a enseñar su nueva forma de Budismo: el Chan (zen) o "Escuela de la Contemplación".

Bodhidharma tuvo un célebre encuentro con el emperador Wu De Liang donde trató de mostrarle su nuevo enfoque del Budismo, pero el emperador no le comprendió. Tras este hecho Bodhidharma se retiró a un Shaolin (templo), donde se encontró con unos monjes debilitados por las muchas horas de estudio, y decidió enseñarles algunos ejercicios físicos con el fin de recuperar su salud. Y así ocurrió que el Chan y las Artes Marciales se abrazaron.

Los monjes Shaolin aprendieron las Artes Marciales dentro del contexto del Chan, y esto implicó un estricto código moral. Había nacido en el Wushidao, “el Camino (Dao) del Guerrero (Wushi)”. La meta del Artista Marcial pasó a ser la del Budismo Chan: La Iluminación.

Hay que señalar un último hecho importante. Cuando el Chan llegó a Japón en el siglo XIII sus adeptos japoneses lo llamaron Zen. Inmediatamente atrajo la atención de los Samurais. Los monjes Chan-Zen se vieron obligados a modificar el Wushidao para satisfacer a la clase militar, y escribieron el Hagakure, donde están recopilados los principios del Bushido Japonés. La iluminación dejó de ser la meta, para dar lugar al honor.

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