miércoles, agosto 01, 2007

Crónicas de Judo Trasandino

La semana pasada estuve visitando un par de clubes de Judo en nuestro vecino país de Chile. Si bien no fue un viaje dedicado a la práctica de Judo, aproveché un viaje laboral para reencontrarme con el ambiente del Judo chileno.
Hace ya unos años, entre fines del 2002 y principios del 2003, estuve viviendo en Santiago de Chile. No tenía ningún conocido en la ciudad. Gracias al Judo, tuve la posibilidad de no sentirme sólo. ¡Imagínense 6 meses sin nadie a quien recurrir! Pero por suerte el deporte, y en particular el Judo, rompe fronteras y une a las personas.
Así que lo primero que hice antes de llegar a Santiago fue contactar un Club de Judo. Por suerte, caí en el Club Samurai. Allí conocí a la Presidente del Club, Kajiko Ho Montero, y al gran Sensei Sergio Valderrama. Con ellos no sólo pude practicar Judo y aprender cosas nuevas, sino que me brindaron su amistad y me abrieron las puertas de su casa.
Volviendo al presente, cumplí lo que les dije antes de irme. Yo les dije que si algún día volvía a Santiago, lo primero que haría sería ir a practicar con ellos. ¡Y así fue! El lunes 23 de Julio visité el Club Samurai, en donde ya no enseña el Sensei Valderrama. Allí practiqué con los muchachos chilenos. Luego, charlando con Kajiko me enteré de la noticia de que han formado recientemente una Federación Chilena de Judo paralela. La noticia no me sorprendió demasiado desde el punto de vista de la inacción de los dirigentes de la antigua Federación para apoyar a destacados judokas. ¡Desde el Manuel Belgrano, les deseamos éxitos en el nuevo emprendimiento!
Luego, el miércoles 25 de Julio, fue el turno de visitar al Sensei Valderrama. El Sensei fundó un Club de Judo, Hokuto, en su casa. Del Sensei sólo puedo decir que quien vaya a Santiago, no pierda la posibilidad de conocerlo. Es un fuera de serie, no sólo dentro del Dojo sino también fuera de él. Para quienes no lo conocen, voy a decirles que es uno de los mejores (sino el mejor) entrenadores de Chile. El Sensei, quien hoy tiene 68 años, comenzó a paracticar hace tan sólo 30 años. Saquen las cuentas y van a ver que empezó a practicar de adulto. Anteriormente había sido futbolista. Lo importante de esta anécdota es que el Judo se puede practicar y comenzar a practicar a cualquier edad. Lo único que hace falta es tener ganas y continuidad.
¡Bueno, les mando saludos a todos los judokas trasandinos!





Gonzalo Bitz Figueroa (3° DAN)

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