
Dentro del Vuelo 93 de United Airlines, avión secuestrado durante los ataques terroristas del 11-S, se encontraba un pasajero llamado Jeremy Glick. Como muchos sabrán, el ataque terrorista planeado con este vuelo (la Casa Blanca, en Washington DC) fracasó en gran parte gracias al accionar valiente de algunos pasajeros. Uno de ellos, Jeremy, era cinturón negro de Judo y había sido campeón en la NCAA (liga universitaria de Estados Unidos) representando a la Universidad de Rochester.
Según cuentan los relatos, al enterarse de que otros vuelos habían ya impactado en el World Trade Center y en el Pentágono, el atlético Jeremy Glick (31 años, 1.91 m. y 100 kg.) decide unirse con otros pasajeros para tratar de tomar el control del Vuelo 93. El primer ataque fue por parte de él hacia un terrorista que cuidaba la puerta de la cabina del avión. Aparentemente, Jeremy aplicó una técnica de Shime-Waza (posiblemente un Hadaka Shime) con la cual le rompió el cuello al secuestrador.
Antes de morir, Jeremy Glick llamó a su esposa por celular para decirle que la amaba, que estaría de acuerdo con cualquier decisión que ella tomase en el futuro y que cuidara de su pequeña hija que había nacido prematuramente.
Según cuentan los relatos, al enterarse de que otros vuelos habían ya impactado en el World Trade Center y en el Pentágono, el atlético Jeremy Glick (31 años, 1.91 m. y 100 kg.) decide unirse con otros pasajeros para tratar de tomar el control del Vuelo 93. El primer ataque fue por parte de él hacia un terrorista que cuidaba la puerta de la cabina del avión. Aparentemente, Jeremy aplicó una técnica de Shime-Waza (posiblemente un Hadaka Shime) con la cual le rompió el cuello al secuestrador.
Antes de morir, Jeremy Glick llamó a su esposa por celular para decirle que la amaba, que estaría de acuerdo con cualquier decisión que ella tomase en el futuro y que cuidara de su pequeña hija que había nacido prematuramente.
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