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viernes, febrero 09, 2007

Orígenes del Judo: Vajramushti

Completando nuestra investigación acerca de las remotas raíces del Jiu Jitsu y Judo, llegamos a la milenaria India. Allí nos encontramos con el Vajramushti. ¿Cómo surge el Vajramushti? A continuación comentamos cómo se desarrolla este sistema de lucha.

Los pueblos Indoeuropeos (los Arios, los Griegos y los Latinos, por citar algunos) tenían el control de la mayor parte del mundo conocido hacia el II milenio aC. Estos pueblos eran nómades ganaderos y tenían una estructura patriarcal orientada a la guerra y a la ocupación de nuevos territorios. Hacia el año 1200 aC, los arios habían penetrado en la llanura indogangética llevando consigo un sistema de lucha conocido como Pankration (ver artículo anterior), sistema que habían tomado prestado de sus primos los griegos. También llevaban a cuestas el orgullo del guerrero invicto.

Pero ningún ario sospecharía jamás lo que allí se encontrarían. Su irresistible fuerza encontró un obstáculo inamovible. Aquellos fornidos rubios de ojos azules se encontraron con unos pequeños hombres de tez morena, que tras su aparente fragilidad escondían una gran fortaleza. Se habían cruzado con los Yoguis, los maestros del poder mental.

Estos Yoguis parecían inmunes al dolor y eran capaces de proezas increíbles. Podían caminar sobre el fuego, soportar el frío más severo, pasar días sin dormir o comer, dormir de pie o restañar sus heridas. Los arios quedaron estupefactos. Su marcha había terminado, llegando el momento de asentarse en la región. Con el paso del tiempo se dieron cuenta de que el conocimiento de aquellos hombres mejoraría mucho su habilidad guerrera. Así que tomaron su Pankration y le añadieron las técnicas de los hindúes. Así nació el Vajramushti, o “el Puño del Trueno”.

Un fructífero intercambio cultural entre India y China ayudó a que los Taoistas del sur de China aprendieran el Vajramushti. Ellos lo mejoraron coreografiando sus movimientos y aportándole las poderosas técnicas de control respiratorio que habían aprendido de los buceadores de perlas. Y de igual forma que el Vajramushti había llegado a China, la misma versión mejorada también realizó el camino de vuelta. Siglos después, en el 325 aC cuando Alejandro Magno invadió India, quedó impresionado con la habilidad de incluso los practicantes de segundo orden.

Pero aun habría oportunidad para una nueva mejora. El Taoísmo había absorbido el cuerpo de la Medicina China: conocimientos de anatomía, farmacología y acupuntura. La pragmática mente refinó el Yoga Kundalini y el concepto de Prana Indios (energía vital), dando lugar a la órbita microcósmica y al Chi (energía vital, Ki en nihon). A partir de entonces la obsesión particular de los taoístas fue la benéfica distribución del Chi a cada parte del cuerpo. Con el estudio de los meridianos, canales por donde discurre el Chi, descubrieron muchos puntos de presión particularmente sensibles. Estos nuevos conocimientos volvieron a enriquecer al Vajramushti, dando lugar al Tai Chi Chuan, “el Gran Puño Definitivo”.

En el siglo VI, Bodhidharma (en dibujo a la izquierda), príncipe hindú bien versado en Vajramushti y técnicas internas de fortalecimiento y relajación, así como en filosofía y teología, se dio cuenta de que el Budismo estaba entrando en un estado de somnolencia y quiso darle un nuevo aire. Así que combinó la filosofía Budista con la metodología Taoísta y se fue a China a enseñar su nueva forma de Budismo: el Chan (zen) o "Escuela de la Contemplación".

Bodhidharma tuvo un célebre encuentro con el emperador Wu De Liang donde trató de mostrarle su nuevo enfoque del Budismo, pero el emperador no le comprendió. Tras este hecho Bodhidharma se retiró a un Shaolin (templo), donde se encontró con unos monjes debilitados por las muchas horas de estudio, y decidió enseñarles algunos ejercicios físicos con el fin de recuperar su salud. Y así ocurrió que el Chan y las Artes Marciales se abrazaron.

Los monjes Shaolin aprendieron las Artes Marciales dentro del contexto del Chan, y esto implicó un estricto código moral. Había nacido en el Wushidao, “el Camino (Dao) del Guerrero (Wushi)”. La meta del Artista Marcial pasó a ser la del Budismo Chan: La Iluminación.

Hay que señalar un último hecho importante. Cuando el Chan llegó a Japón en el siglo XIII sus adeptos japoneses lo llamaron Zen. Inmediatamente atrajo la atención de los Samurais. Los monjes Chan-Zen se vieron obligados a modificar el Wushidao para satisfacer a la clase militar, y escribieron el Hagakure, donde están recopilados los principios del Bushido Japonés. La iluminación dejó de ser la meta, para dar lugar al honor.

viernes, febrero 02, 2007

Orígenes del Judo: Pankration

Continuando con nuestro estudio de los orígenes del Judo, llegamos al Pankration. Haciendo un poco de memoria en nuestros anteriores artículos, sabemos que el Pankration fue llevado por los griegos a India durante la conquista llevada a cabo por Alejandro Magno (ver pintura a la izquiera). Luego los mismos hindúes perfeccionan su arte de Vajramushti con las técnicas de Pankration. Posteriormente, alrededor del 500 dC, al mismo tiempo que se expande el Budismo por China, los monjes llevan el Vajramushti a los templos. A partir de allí se desarrollan las técnicas de lucha Wushu, las cuales incluyen el Boxeo Chino, el Kung Fú y el Ch’uan Fa. A finales del siglo XVI, las artes de combate sin armas son introducidas en Japón por un doctor llamado Chingenpin. Así, después de importantes contribuciones de algunos guerreros samurai, más el estudio de estas técnicas traídas de Asia continental, se desarrolla la primera escuela de Jiu-Jitsu: Kito Ryu. Después de esto, la historia es por demás conocida. Después del esplendor del Jiu-Jitsu, y su posterior decadencia, se desarrolla el Judo por Jigoro Kano.

Ahora sí hablaremos del “Pankration”. Este antiguo arte marcial griego y deporte gladiatorial, era una mezcla de técnicas de combate que incluía la lucha helenística, el boxeo, la estrangulación, la patada, el golpe y las técnicas de llaves en las articulaciones. En realidad, lo único que no estaba permitido en el Pankration era morder, arrancar y rasguñar –en competición, cualquier otra cosa era considerada legal. El término Pankration proviene del griego pankrates, que significa “todo lo abarcable” o “todos los poderes”.

El Pankration era considerado la prueba física más verdadera cuando debutó en los 33ros Juegos Olímpicos antiguos en el año 648 aC. Desde entonces, estas competencias fueron extremadamente físicas y violentas; no eran inusuales las heridas graves y hasta las muertes. Las contiendas típicas continuaban indefinidamente, hasta que uno de los competidores se designaba derrotado golpeando ligeramente a su oponente en el hombro, o levantando una mano, o hasta que ocurría una invalidez o una fatalidad. Tales competiciones eran el punto culminante de todo festival atlético griego.

Los hoplitas, o soldados de la infantería griega, entrenaban el Pankration. Cuando Alejandro Magno invadió la India en el año 326 aC, llevaron este arte con ellos, y lo practicaban en sus campamentos militares como parte de su entrenamiento.

Entrenamiento del Pankration

Los pankratistas ejercitan en una sala de entrenamiento conocida como palaestra, dentro de la cual hay un cuarto especial llamado el korykeion, lleno de equipamiento especial reservado para los pankratistas y los boxeadores.

Los principiantes aprenden las técnicas básicas de golpes, patadas y agarres, antes de participar en partidos de lucha libre con otros pankratistas. El Pankration es exigente físicamente y requiere de una resistencia y flexibilidad superiores. Una técnica favorita empleada por los practicantes consiste en pegarle a un saco de arena tan duro como sea posible, y permitiendo que al regresar, la bolsa rebote y los golpee. Se alentaba la lucha libre de contacto total para simular una competición real.

Originariamente los pankratistas griegos luchaban en la forma típica –desnudos y aceitados. Más tarde vistieron correas de cuero sin curtir para proteger los antebrazos y las manos; cuando el Pankration llegó a Roma, los luchadores italianos vestían taparrabos para proteger sus genitales. Con el tiempo, comenzaron a estar parcialmente vestidos y en algunos casos también armados, con implementos tales como guantes con tachas, conocidos como caestus. Los pankratistas modernos no emplean armas, y se visten como luchadores olímpicos.

viernes, enero 26, 2007

Orígenes del Jiu-Jitsu (Parte 2)

Un hombre llamado Chingempin sería el introductor de las formas de combate a mano limpia en Japón. Chingempin nació en 1587 en el región china de Chekiang. Era un hombre erudito que estuvo interesado plenamente en la filosofía y el arte. En la primavera de 1621 viajó a Japón para protestar contra la actividad pirata en la costa del sur de China. Una vez en Japón recibió aclamaciones por su habilidad en componer versos poéticos. Chingempin regresó a China pero volvió a Japón en 1638 después de que los Manchus invadieran China.

Durante su estadía en Japón, Chingempin estudió en el monasterio de Kokusho-Ji en Tokio. Allí conoció a tres guerreros samurai o “ronin”: Fukuno, Isogai, y Miura. Chingempin enseñó a estos hombres tres trucos para disminuir a un hombre, lo cual había observado mientras estudiaba en China. Se cree que los trucos enseñados a estos samurai eran los métodos de atemi-waza (golpeando y pateando las partes vulnerables del cuerpo).

Después de la muerte de Chingempin los tres ronin continuaron estudiando las artes que practicaban. Se especializaron tanto hasta formar el primer Ryu del Jiu-Jitsu del cual muchos otros se desarrollarían. Sin embargo, sería Fukuno quien haría las contribuciones más significativas al desarrollo de Jiu-jitsu. En uno de sus viajes Fukuno conocería un samurai llamado Terada. Juntos entrenarían y desarrollarían la escuela Kito Ryu. Las técnicas de Kito Ryu son rápidas, fluidas, sutiles, y directas. Kito enfatiza los lances que arrojan al contrincante y las técnicas “kokyu” (canalizando la propia energía mediante la respiración). Kito se considera la forma más temprana de lo que hoy día se conoce como Aiki-Jujutsu.

Otro desarrollo importante para el Jiu-Jitsu vino durante el período del Edo en Japón a través de un doctor japonés llamado Akiyama Shirobei Yoshitoki. Akiyama viajó a China en donde estudió y profundizó el arte del combate de Hakuda con el doctor chino Haku-Tei. Cuando Akiyama vuelve a Japón comienza a enseñar las técnicas que había aprendido en China. Sin embargo, encontró difícil mantener sus estudiantes, pues la eficacia de las técnicas era limitada ya que requerían mucha fuerza para aplicarse. Consecuentemente, Akiyama viajó al templo de Temmangu en Tsukusai alrededor del año 1723. Allí él se sentía que él podría estudiar estas técnicas más a fondo y procurar ampliarlas y mejorarlas.

Durante una tormenta de invierno, Akiyama notó cómo la nieve se balanceaba en las ramas de los árboles afuera del templo. Observó cómo la nieve se almacenaba en las ramas del poderoso roble, y cómo se deslizaba la misma sobre las ramas flexibles del árbol del sauce. Las ramas del roble comenzaron a romperse por el peso de la nieve, mientras que las ramas del sauce se doblaban suavemente permitiendo que la nieve se cayera, preservando la integridad del sauce. Akiyama internalizó este concepto y lo aplicó a sus técnicas. La idea era utilizar la palancada para superar una gran fuerza; este concepto permitiría a un combatiente débil superar a otro más fuerte al estilo del sauce. Akiyama llamaría a su nueva arte Jiu-Jitsu, “Jiu” significando suave y gentil, y “Jitsu” arte o técnica. Él enseñaría sus técnicas en el Yoshin-Ryu o "escuela del árbol del sauce".

Durante el paso de los años surgirían una gran cantidad de Ryus o escuelas, especializándose cada una en cierta área del ataque. Existían cerca de 700 escuelas de Jiu Jitsu documentadas en Japón. Estas escuelas enseñaron las técnicas de agarrar, de lanzar, de la fijación, del ataque, de golpear con el pie, y de golpear con las manos. Algunas escuelas estudiaron solamente ciertas áreas de combate; otras escuelas estudiaron todos. Sin embargo cada una tenía su propia especialidad.

El Jiu-Jitsu se hizo muy popular a lo largo del Japón. Sin embargo, en el siglo XIX Japón pasaría a través de un cambio radical y Jiu-Jitsu sufriría grandemente. Alrededor de los años ‘60 de ese siglo, el Tokugawa Shogunate (que había gobernado Japón por más de 300 años) perdería rápidamente su energía. La llegada de almirante Perry en 1854 demostró a los japoneses cómo su aislamiento había impedido su crecimiento cultural e intelectual. En 1868 el Shogunate fue derrocado y el emperador Meiji vuelve al poder. Japón dio la bienvenida al estudio del mundo exterior, a pesar de que la cultura japonesa fue mirada vista de manera incivilizada por el resto del mundo occidental. Esta revolución hizo a muchos japoneses reevaluar mucha de sus tradiciones, incluyendo el estudio de Jiu-Jitsu. Muchos comenzaron a ver al Jiu-Jitsu como parte innecesaria de una violenta cultura japonesa. El Jiu-Jitsu alcanzó el punto más bajo de su existencia, siendo visto como representativo de lo viejo.

Jiu-Jitsu estaba necesitando un salvador, alguien que pudiera llevar simultáneamente el arte a un nivel técnico superior y convenciera al público de su importancia. El hombre que haría esto sería Jigoro Kano. Aquí nace otra historia, un poco más conocida por los judokas...

lunes, enero 22, 2007

Orígenes del Jiu-Jitsu (Parte 1)

Los artes del combate surgieron en numerosas culturas y han experimentado cambios incontables a lo largo de los siglos. Cada cultura que desarrolló su propio sistema de lucha lo hizo por alguna de las siguientes dos razones: para protegerse contra la coerción o bien para expandirse y conquistar nuevas tierras. Muchos factores contribuyeron a las mejoras de estas artes. No obstante el más influyente ha sido la mezcla de ideas entre las distintas culturas.

El primer país en desarrollar su propia forma sistematizada de combate fue India. El arte de Vajramushti (ver primera y segunda foto) fue practicado por los guerreros hindúes. Este arte data de los 1000 aC. Vajramushti se traduce como “el puño apretado como arma”, lo cual demuestra que este arte era claramente basado en los golpes de puño y en palancas. No hay nada escrito acerca de la existencia de este arte. La única evidencia histórica que existe son estatuas de los guardianes del templo y pinturas de los combates. El resto de la información sobre el arte es puramente anecdótica.

Mientras que los hindúes practicaban Vajramushti, otro arte basado concretamente en el ataque comenzaba a desarrollarse en Grecia. El arte de Pankration (ver tercera y cuarta foto) se convirtió en uno de los deportes más populares después de su introducción en los 33º juegos olímpicos en 648 aC. Las Olimpíadas eran los torneos atléticos, en los cuales los deportistas más populares de Grecia se encontraban para rendir culto a los dioses. La palabra Pankration se traduce como “todas las energías”. El arte mezcló las palancas y golpes en combates sin reglas. Las técnicas comunes incluyeron los arrojes, golpes de puño, agarres de lucha, y estrangulaciones. Los combates de Pankration se realizaban sin límites de tiempo ni restricciones de peso, finalizando sólo cuando un luchador se rendía, caía inconsciente o moría. Varias técnicas usadas en Pankration se exhiben en cerámicas, estatuas y dibujos. Los griegos también desarrollaron otro arte conocido como la danza de Pyrrhic. Se trataba de una danza que simulaba combate, con armas y sin ellas, similar a los katas modernos.

El sistema griego y el sistema hindú continuaron desarrollándose de forma independiente hasta que Alejandro Magno invade en 326 aC la India. Durante la ocupación griega, se introdujo en la región el Pankration y la danza de Pyrrhic. Los hindúes tomaron elementos de estas artes y los mezclaron con los de su propia arte. De esta forma se enriquecen ambas artes marciales.

Alrededor del año 500 dC el hindú Bodhi Dharma comenzó a diseminar el Budismo a través de la India. La religión fue muy bien recibida. Lamentablemente, los monjes eran atacados constantemente por bandidos mientras realizaban viajes para predicar. Los monjes no portaban armas ya que estaba contra sus creencias. A raiz de esto, Bodhi Dharma comenzó a enseñar a los monjes Vajramushti de modo que pudieran defenderse. Los monjes aceptaron el arte y entrenaron intensamente. De esta forma se favoreció el crecimiento del arte y más técnicas fueron desarrolladas.

En el año 520 dC. Bodhi Dharma viajó a China e introdujo el Budismo en el templo Shaolin. Junto a las enseñanzas religiosas también trajo su conocimiento del combate. La práctica del arte del combate continuó después de la muerte de Bodhi Drama. Se desarrollan así numerosas formas de lucha o de “Wushu” (ver quinta foto), incluyendo el boxeo chino, el Kung Fu y Ch'uan Fa.

El siguiente adelanto en los artes marciales vino cuando las técnicas de China fueron introducidas en Japón. Ya desde el año 23 aC existían sistemas de combate en Japón. Sin embargo estos confiaban únicamente en las armas. A excepción de Sumo, Japón no poseía muchos sistemas de combate sin armas o a mano limpia. La necesidad del combate sin armas se presentó durante la unificación de Japón con el establecimiento de los decretos de la espada en 1586, los cuales prohibían el uso de armas a excepción de los guerreros samurai. Esto llevó a los ciudadanos comunes a aprender a luchar con sus manos...

lunes, diciembre 04, 2006

Primeros desafíos al Judo

Jigoro Kano había aprendido el arte marcial sin armas más difundido en su país: el Jiu-Jitsu. Pronto vio sus limitaciones, y su reflexión lo llevó a crear un arte nuevo, el JUDO, y a fundar la Escuela Kodokan.

Para los que practicaban Jiu-Jitsu las enseñanzas de Jigoro Kano no servían para formar buenos luchadores. Como Jigoro Kano no contestaba los desafíos que le hacían, decidieron ir a su propia Escuela y retarlo. Esta tarea estuvo en manos del mejor de los jiujitsokas: Sakugiro Yokoyama, un gigante con fuerza física excepcional apodado "Oni" que significa “demonio”. Cuando llegó al Kodokan, el creador del Judo lo recibió con todos los honores y aceptó el reto de Yokoyama. Así, designó para enfrentarlo al más pequeño de sus alumnos: Shiro Saigo, primer cinturón negro de la historia del Judo Kodokan (ver foto). El pequeño judoka era superado en altura por casi 20 centímetros y en peso por más de 20 kilogramos. Para el retador el combate parecía muy fácil y avanzó hacia el centro del Dojo burlonamente. Impasible, Saigo lo aferró de un brazo, le aplicó un Yama-Arashi y lo arrojó al piso. Yokoyama se levantó sorprendido y tomó a Saigo de los brazos para aplicarle una palanca, pero el pequeño discípulo de Kano lo barrió con los pies, desequilibrándolo y lanzándolo por encima de sus hombros.

En esa época los combates duraban hasta que uno de los luchadores se declarara vencido diciendo "maita" ("me rindo"). Yokoyama tardó media hora en decidirse a pronunciar aquella palabra. En ese tiempo recibió la más terrible paliza que jamás pensó recibir. Finalmente comprendió que el Judo poseía más que lo que él había aprendido y pidió ser aceptado en el Kodokan bajo la supervisión del Shihan Jigoro Kano.
Tras vencer al campeón de Jiu Jitsu, se logró que este fuera desplazado, siendo desde ese tiempo el Judo el método de Defensa Personal de la Policía Japonesa, al igual que en prácticamente todas las policías del mundo.

viernes, noviembre 24, 2006

Ogata, precursor del Judo en Argentina

Próximo a cumplirse el centenario del Judo en Argentina, desde el Manuel Belgrano queremos dar a conocer un poco de la historia de Yoshio Ogata, pionero del Judo en Argentina.

Yoshio Ogata nació en Tokio, Japón, el 18 de octubre de 1885. Su llegada a nuestro país marca la era inicial del Judo Argentino. Ogata fue discípulo directo del creador de esta disciplina marcial, Maestro Jigoro Kano desde el año 1896. A los 18 años de edad abandona el Kodokan ostentando el grado de 2° Kiú.

Portando un importante bagaje de conocimientos recibidos en su intensa dedicación dentro de los muros de la meca judística, recibe el título de instructor, dado que por su corta edad no le era permitido obtener la graduación de Dan. Abandona la capital japonesa rumbo al interior del país buscando suerte como docente de una especialidad que aún no había cobrado auge fuera de los límites de la metrópoli nipona. Es que todavía el Ju-Jutsu se mantenía en la cima y la modalidad de la ciencia creada por Kano resultaba un tanto resistida. Se establece en la ciudad de Yokohama, siendo contratado como ayudante del profesor Hagiwara, propietario de un establecimiento dedicado a la enseñanza de la antigua disciplina Samurai.

A mediados del año 1906 llega a su fin la guerra ruso-japonesa. A partir de ese momento buques de otras nacionalidades comienzan a navegar las aguas que hasta no hace mucho eran escenarios de cruentas batallas. Uno de dichos buques fue la Fragata Sarmiento, nave escuela de bandera argentina. La misma arriba al puerto de Yokohama en uno de sus viajes de instrucción. Su Comandante, el Capitán Adolfo Díaz, llevaba consigo la misión de encontrar para la Escuela Naval Argentina los servicios de un profesor de Defensa Personal, modalidad cuya fama se estaba extendiendo por todos los confines, merced al positivismo que involucraba su uso. La elección recae entonces en Yoshio Ogata, quien parte en la histórica nave rumbo al puerto de Buenos Aires el 3 de Agosto de 1906, arribando el 25 de Diciembre de 1906 luego de pasar por Ushuaia y Bahía Blanca. Queda ligado al gobierno nacional por un contrato cuyas bases estipulaban viaje de ida y vuelta sin cargo, estadía paga por un año y sueldo mensual de 120 pesos, asignándosele el grado de Sub-oficial con el rótulo de primer maestro de armas.

Sus comienzos como profesor de la materia fueron resistidos. Habiendo pasado casi al olvido, el Dr. Carlos Delcasse lo saca de ese relegamiento en que estaba sumido, siendo su primer alumno en judo en el país. Delcasse, persona de encumbrada posición económica y vinculado muy cercanamente a las altas esferas sociales y políticas, consigue que Ogata comience a disfrutar los fundamentos del arte por el cual fue contratado. Ingresa como profesor en la Policía Federal en calidad de Oficial Instructor hasta la expiración de su contrato con la Marina. El entonces Jefe de Policía, Coronel Ramón L. Falcón, conforme al trabajo desarrollado por el joven especialista, decide asegurarse sus servicios en forma definitiva, celebrando un nuevo contrato que le garantizaba clase e imputación. De este modo, Ogata se suma al quehacer argentino como uno más de nuestra comunidad. A partir del año 1910, su prestigio se afianza hasta tal grado que sus servicios son requeridos por varias instituciones. En 1917 contrae enlace con la argentina Margarita Petrona Fabani. Detrás de él otros profesores de judo continuaron su obra hasta arribar al nivel actual. En el año 1966 Kodokan decide premiar su esfuerzo y le asciende a 4° Dan, graduación que ostentó a la edad de 81 años de vida.

miércoles, noviembre 22, 2006

La Leyenda de los Cerezos y el Sauce

Esta leyenda oriental, situada entre los siglos XIV y XVI, está considerada como uno de los orígenes de ju jitsu y del judo. Existen diferentes versiones y muchas referencias a ella en los libros de Judo. A continuación podrán leer la versión que el profesor francés Luis Robert escribe en su libro "Le Judo", Ed. Marabout, 1964.

Cerca de Nagasaki vivía un médico y filósofo llamado Shirobei Akyama, que estaba convencido que el origen de las enfermedades humanas era la mala utilización del cuerpo y del espíritu. Este precursor de la medicina psicosomática partió hacia China donde se decía que las técnicas terapéuticas hacían maravillas. Estudió los principios del Tao, la acupuntura y algunas técnicas del famoso Wu Shu, lucha china que utiliza las proyecciones, las luxaciones y los golpes, creada por un médico para restablecer rápidamente las convalecencias y desarrollar el cuerpo armoniosamente. Vuelto a Japón, Shirobei Akyama enseñó a algunos discípulos una veintena de técnicas de reanimación y tres o cuatro ataques sobre puntos vitales. Había comprendido el principio positivo de la filosofía del Tao, así como sus aplicaciones prácticas en medicina y en la lucha. Al mal, se opone el mal, a la fuerza, la fuerza. Pero, ante una enfermedad difícil de definir o muy poderosa (o un adversario muy fuerte), los principios chinos no tenían respuesta. Los discípulos del médico se descorazonaron y le abandonaron. Akyama, perplejo, se retiró a un pequeño templo y se impuso una meditación de cien días. En el transcurso de este tiempo de ascetismo, el espíritu de Akyama llegó a alcanzar una extraordinaria tensión. Todo era puesto en cuestión: la filosofía china Ying y Yang, la acupuntura de la que emana y, en fin, todos los métodos de combate. Una mañana que nevaba abundantemente, Akyama paseaba por el jardín del templo. Iba escuchando los crujidos de las ramas de los cerezos, doblegados por el peso de la nieve. Luego, vió un sauce al borde del río. El peso de la nieve curvaba sus ramas, pero la flexible madera se liberaba entonces de su carga de nieve y volvía a recuperar su posición inicial. ¡Fué como una iluminación!

"A lo positivo hay que oponer su complemento: lo negativo. A la fuerza, hay que reaccionar con la flexibilidad. Si un atacante os empuja, no opongáis con vuestra fuerza, ya que si la suya es superior nos arriesgamos a ser derrumbados. A la fuerza del empuje ceded rápidamente con un súbito e inesperado retroceso. Vuestro adversario habrá hundido una puerta abierta y, desequilibrado, caerá a vuestros pies. Si, por el contrario, un adversario tira de vosotros hacia él, no os mantengáis tirantes en una vana resistencia. Abalanzáos en el sentido de su tracción y, entonces, aprovechad de su desequilibrio para derribarle sin un gran esfuerzo."

El médico de Nagasaki perfeccionó entonces el ataque y la defensa de la lucha cuerpo a cuerpo y creó centenares de técnicas. Sus discípulos propagaron sus enseñanzas bajo el nombre de Yoshin-Ryu o "Escuela del Corazón del Sauce".

lunes, noviembre 20, 2006

¿Jiu Jitsu Brasilero o Judo?

Muchos creen incorrectamente que la famosa “guardia” en el piso fue inventada por los Gracie en Brasil. Tanto la “guardia” en todas sus variantes, como los agarres, la rodilla en el estómago (o uki gatame), la estrangulación con las piernas en triángulo (o sankaku jime), y la palanca a brazo extendido (o juji gatame) son algunas de las técnicas incorrectamente identificadas como creadas por el Jiu Jitsu Brasilero (o BJJ como suele abreviarse). Estas técnicas han estado dando vueltas en el Judo desde el comienzo cuando se creó el Kodokan.

Ahora bien, ¿cómo surge el Jiu Jitsu Brasilero?
Hubo un hecho histórico que se recuerda como uno de las piezas principales del rompecabezas. Alrededor del año 1900, el Kodokan había estado desafiando a todas las escuelas de Jiu Jitsu, a las cuales les ganó una por una gracias a las técnicas de arrojes de pie (Tachiwaza) desarrolladas de los sistemas de Jiu Jitsu Tenshin Shinyo Ryu y Kito Ryu. Había otro estilo de Jiu Jitsu llamado Fusen Ryu, especializada en la lucha en el piso (Newaza). En el año 1900, el Kodokan desafía a la escuela de Fusen Ryu a combatir. Hasta ese entonces, la escuela de Jigoro Kano no tenía tan desarrollado la pelea en el piso (Newaza).

Los luchadores de Fusen Ryu Jiu Jitsu sabían que no había forma de derrotar a los judokas de Kodokan en la lucha de pie. Entonces decidieron esperarlos en guardia en el piso (levemente recostados sobre sus espaldas, en orden a buscar dominar al rival entre sus piernas), en donde podían desplegar todas sus habilidades. Los judokas se encontraron repentinamente desorientados sin saber cómo atacar. Así, los practicantes de Fusen Ryu llevaron la lucha al piso ganando todas las peleas por estrangulaciones, palancas y retenciones. De esta forma se producía la primer derrota del Kodokan en 8 años.

Jigoro Kano se da cuenta que si querían seguir desafiando otras escuelas de Jiu Jitsu, necesitaban desarrollar una variada gama de técnicas en el piso. Se desarrolla así el grupo de técnicas de piso de Kodokan (Newaza), divididas en tres grupos: Kansetsu Waza (palancas a las articulaciones), Shime Waza (estrangulaciones), y Osae Komi Waza (retenciones).

Todo esto ocurre poco tiempo antes de que el Judo arribe a Brasil, y es la principal causa del porqué el Jiu Jitsu Brasilero contiene mayor desarrollo de técnicas de piso. El Judo fue introducido a la familia Gracie en Brasil en el año 1915 por Esai Maeda. Maeda fue un campeón de Judo y discípulo directo de Jigoro Kano. Había nacido en 1878 y comenzado a practicar Judo en 1897.

Durante mucho tiempo se conoció al Judo en Japón como el Jiu Jitsu de Kano. Es por eso que la familia Gracie conoció el Judo como Jiu Jitsu, ya que todavía no se había podido establecer definitivamente el nombre de Judo en lugar de Jiu Jitsu.

Concluyendo, el Jiu Jitsu Brasilero es un gran arte y uno de los pocos estilos de Jiu Jitsu que mantienen la esencia desarrollada antiguamente. El marketing que se ha dado a la familia Gracie es excepcional. Es más, hay que agradecerles por el hecho de haber preservado y desarrollado muchos principios, pero no hay que agradecerles por haber inventado un nuevo arte marcial.

sábado, noviembre 18, 2006

Kosen Judo

El talento político y las cualidades pedagógicas de Jigoro Kano, le permitieron asegurar una difusión excepcional del Judo, haciendo valer las virtudes educativas del mismo y siendo admitido por las autoridades escolares.

Antes de la II Guerra Mundial, el Kodokan no podía pretender ser el único representante del Judo. En 1897, el gobierno japonés funda una escuela de todas las Artes Marciales en Kyoto, el Budokukai, la cual da al Judo un nuevo impulso. La misma estaba dirigida por grandes maestros, entre ellos el propio Jigoro Kano. El Budokukai no tarda en ser un rival del Kodokan. En el Budokukai se daba más importancia a la práctica en el suelo. No tardan en salir grandes campeones de este centro de Kyoto.

De esta forma surgen dos corrientes en el mundo del Judo: de una parte, el Kodokan cuyo presidente es un alto funcionario de la educación nacional que preconiza una práctica deportiva con una meta de perfeccionamiento físico y mental en un espíritu democrático, fraternal y social; por otra parte, el Budokukai, cuyos dirigentes conservan el espíritu guerrero y desean hacer del Judo un medio para reactivar el espíritu marcial que tiende a desaparecer delante del empuje de las ciencias del progreso y de la civilización occidental.

Algunos años antes de la guerra, influenciado por las esferas militares, el Budokukai se transforma en un centro de entrenamiento en donde eran formados oficiales destinados a la instrucción de tropas de elite nipona. Estos hombres seguían una verdadera preparación de “comandos”.

Tiempo más tarde, la Universidad Imperial de Kyoto forma otra Federación, el Kosen, que agrupa las Escuelas Superiores y profesionales. A menudo se reprochaba al Judo del Kosen por la excesiva importancia que se le dada a las técnicas de combate en el suelo (ver artículo sobre Universidad de Kyoto, Japón). De todas formas, no se puede negar la excelencia de sus técnicas, la velocidad de ejecución y el espíritu combativo de sus campeones. Después de la guerra, el sistema escolar del Kosen fue reformando siguiendo los conceptos americanos por la presión de las fuerzas de ocupación, y el Budokukai fue obligado a desaparecer por el General Mac Arthur en 1945. Solamente en 1948, el Judo hace su reaparición oficial a condición que sea utilizado según su forma deportiva y educativa.

Jigoro Kano había muerto antes de la guerra en 1938, pero su herencia fue transmitida intacta a sus alumnos y hombres como: Isuka, Samura, Nagaoka y Mifune, quienes habían logrado el 10º Dan, los cuales fueron los depositarios de los principios y técnicas del creador.

sábado, noviembre 11, 2006

Historia del Judo en el Colegio

Es bien sabido que el Judo es un deporte educativo con un amplio componente socializador. Su práctica, desde las más tempranas edades, supone un excelente método de educación física que subraya los valores del respeto por el compañero, el autocontrol, el juego, la disciplina, el esfuerzo y la superación constante basada en el progreso de uno mismo. La UNESCO reconoce la importancia de su práctica en edades tempranas y son muchos los médicos y psicólogos que recomiendan esta actividad. Además, sobre la base del juego y de la lucha, el Judo constituye un excelente agente socializador que ayuda a diferenciar el combate deportivo del acto violento, y que se enmarca en un ambiente saludable de amistad y compañerismo dentro de un mismo grupo de referencia. Se ha considerado al Judo acertadamente como un "deporte de etiqueta".

Por iniciativa del Hno. Alberto Tessadri (en foto), demostrando una gran visión sobre la importancia del Judo como formador de la personalidad, y con el auspicio del Movimiento Estudiantil Católico por él fundado, comienza a enseñarse nuestro deporte en las instalaciones del Colegio Manuel Belgrano a partir de Agosto de 1961. Junto al Colegio San Francisco de Sales fueron los primeros establecimientos educativos del país en incluir la práctica de esta actividad. Su primer profesor fue Salvador Luis Parisse.

Hasta el momento de su deceso - acaecido el 14 de Julio de 1963 en un accidente automovilístico al regreso de una de sus tantas giras por el país, realizadas con el fin de promover entre los jóvenes la importancia del liderazgo para hacer valer los principios cristianos - el Hno. se desempeñó como Director Honorario del Dojo (lugar donde se practica Judo). El día 9 de octubre de 1981 se inaugura en su memoria el “Dojo Hno. Alberto”.

En el año 1971, con el padrinazgo del Hno. Fernando - quien le diera un nuevo impulso a la enseñanza del Judo en la Institución - se estrena un nuevo Dojo, el cual queda bajo las órdenes de Ignacio Filippini, quien se hará cargo de la enseñanza hasta nuestros días. Nos es grato recordar también que durante 13 años, entre 1973 y 1985, Néstor Dusetti (6º DAN en la actualidad) acompañó a Ignacio en la enseñanza, ayudando así a formar a una gran camada de judokas del Colegio.

Acompañando los logros deportivos logrados, se organiza en Septiembre de 1973 la primera Sub-Comisión de Judo con la anuencia del Hno. Fernando. Posteriormente, con fecha 28 de Junio de 1974, el Colegio Manuel Belgrano se afilia a la Federación de Judo de Buenos Aires (hoy Federación Metropolitana de Judo).

El Dojo del Colegio ha sido visitado por distintos maestros y judokas destacados. Entre ellos se pueden mencionar al maestro japonés Katsuyoshi Takata (9° DAN, Director Técnico del Kodokan, Centro máximo de Judo con sede en Tokyo) , Yuriyuki Yamamoto (8° DAN), Juan Carlos Zanga (8° DAN), Antonio Gallina (7° DAN), y Carolina Mariani (Subcampeona Mundial - 4° DAN).

En el año 1987 tuvimos la fortuna que el Instituto Nacional del Deporte eligiera las instalaciones del Colegio Manuel Belgrano y del CEDENA (hoy CENARD – Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) para el dictado de instructorados en varias disciplinas deportivas dentro de las cuales estaba el Judo y contó con la participación de uno de los alumnos del Colegio.

Es de destacar entre los logros deportivos dos campeones nacionales, uno en infantiles y otro en cinturones negros. También se han obtenido varios campeonatos federativos.

En los 45 años de vida del Judo en el Colegio Manuel Belgrano han obtenido su graduación DAN (cinturón negro): Rolando Toro (3° DAN), Gonzalo Bitz Figueroa (3° DAN), Juan Ignacio Filippini (3° DAN), Raúl Jorge Salgado (2° DAN), Eduardo Céspedes (1° DAN), Esteban Petrone (1° DAN), Martín Fandiño (1° DAN), Luciano Parola (1° DAN), Andrés Mora (1° DAN), Guillermo Liberé (1° DAN), Tomás Appleyard (1° DAN), y Luis Filippini (1° DAN). Además, el Sensei Ignacio Filippini ha continuado el camino de la perfección junto a sus alumnos por lo que a fines del año pasado obtuvo la graduación Roku-Dan (6° DAN) lo cual sitúa al Colegio Manuel Belgrano dentro de las pocas instituciones que cuentan con un profesor de tan alto grado.

El Dr. Jigoro Kano, creador del Judo en 1882, ha expresado en una de sus máximas que “el principio fundamental del Judo, que gobierna todas las técnicas de ataque y defensa, es que, cualquiera sea el objetivo, éste se obtiene de mejor manera por el uso del principio de máxima eficacia (Seiryoku Zenyo) de cuerpo y mente, adaptado al fin perseguido. Este mismo principio, aplicado a las actividades de la vida diaria, nos conduce a conseguir una vida más racional y mejor. Por medio del Judo las personas, individual y colectivamente, obtienen un estado espiritual idóneo, mientras que al mismo tiempo mejoran las condiciones de sus cuerpos y aprenden el arte de ataque y defensa.”

miércoles, octubre 18, 2006

Cronología de Jigoro Kano

1860 - El 28 de Octubre nace en el pueblo marino de Mikage cerca de Kobe.
1877 - Se convierte en estudiante de la Universidad Imperial de Tokio. Su primer maestro de Jujutsu es el Maestro Teinosuke Yagi. Tiempo después, estudia también con el Maestro Hachinosuke Fukuda y Maestro Masatomo Iso de la Escuela Tenshin Shin Ryu, y Maestro Tsunitoshi Ikubo de la Escuela Kito Ryu.
1882 - Crea el Kodokan Judo con un total de 9 alumnos y con un espacio para la práctica de 12 planchas de tatami.
1889 - Jigoro Kano realiza un viaje por Europa como miembro de una Comisión Ministerial de la Casa Imperial Japonesa. La primera demostración de Judo en Europa se lleva acabo en Marsella, Francia.
1890 - Jigoro Kano dá una demostración a una delegación de la Armada Británica. El entusiasmo llega a tal punto que se convierten en los primeros embajadores del Judo en Europa. Mientras tanto, el ejercito japonés abre una Escuela de Judo para sus soldados. Uno de los mejores estudiantes de del maestro Kano es enviado a Estados Unidos, quien en poco tiempo obtiene gran popularidad.
1891 - Es nombrado consejero del Ministerio de Educación Nacional.
1898 - Se convierte en Presidente de la Comisión del Butokukai.
1902 - Es enviado a China por el Ministerio Nacional de Educación.
1905 - Tras la victoria de Japón contra Rusia en la guerra, reaparece el nacionalismo Nippon. En esta época ya existían dos organizaciones más de Judo: Butokukai (La Escuela Nacional de Artes Marciales) en Kyoto, y la de Kosen.
1909 - El Maestro Kano se convierte en el primer asiático miembro del Comité Olímpico Internacional. El Kodokan, que hasta entonces funcionaba como entidad privada, es reconocida legalmente como Entidad Pública.
1911 - El Judo es incluido en las escuelas dentro del programa de educación física. También se crea una sección dentro del Kodokan para la formación de los maestros.
1912 - Maestro Kano es nombrado Presidente de la Federación de Deportes. Con la muerte de Matsuito finaliza la era Meiji. Maestro Kano participa en el desfile de inauguración en los Juegos Olímpicos de Estocolmo, Suecia, siendo abanderado en compañía de dos atletas más como representante de Japón.
1920 - Asistencia del Maestro Kano a los Juegos Olímpicos de Amberes, Bélgica. Demostración en Marsella, Francia.
1926 - Hiroito es coronado Emperador de Japón.
1928 - Asistencia del Maestro Kano a los Juegos Olímpicos de Amsterdam, Holanda.
1930 - Se celebra el primer campeonato de oficial Judo.
1932 - Demostración de Judo en San Diego, Estados Unidos.
1933 - El maestro Kano dá una Conferencia en París: "Ecôle des Arts et Metièrs". Se inaugura un nuevo Kodokan. Su Escuela alcanza los 119.000 estudiantes, de los cuales más de 85.000 son cinturones negros.
1934 - Conferencia en La Sociedad Parnaso, Atenas.
1937 - Guerra de Japón contra China.
1938 - Kano presenta en El Cairo, Egipto, los preparativos de los Juegos Olímpicos que posteriormente tendrán lugar en Japón. Le sobreviene la muerte en el viaje de regreso a Japón como consecuencia de una neumonía a bordo del barco Kikawa maru. Tenía en ese momento la edad de 76 años.

miércoles, septiembre 27, 2006

El Judo y su Fundador

Jigoro Kano nace el 28 de Octubre de 1860 en Mikage provincia de Hyogo. En 1877 entra a la Universidad Imperial como estudiante de la Facultad de Literatura. Ese mismo año ingresa en la escuela de Tenshiu Shinyo (Ju Jutsu) bajo la tutela del maestro Fukuda. En el año 1879 recibe enseñanzas del maestro Iso y en 1881 continúa bajo las enseñanzas del maestro Okubo del estilo Kito. Ese mismo año se licencia en letras Políticas y Ciencias Económicas. A medida que va progresando en el aprendizaje de estos estilos de Ju Jutsu se dá cuenta del gran valor educativo que contenían. A la vez que realizaba una investigación sobre otros estilos reconoció que el Ju Jutsu era una de las importantes culturas tradicionales del Japón y no debía dejarla desaparecer. A pesar de encontrar algunos aspectos negativos e ilógicos, buscó mejorarlo rectificándolo. Este sistema podría servir prácticamente como una fórmula de Educación Física y cultural para su pueblo y el resto del mundo.

Maestro Jigoro Kano, fundador del Judo
Con esta idea, en el año 1882 Kano crea su propia escuela a la que llamó Kodokan (Casa que enseña el camino). Así comenzó su histórica andadura con tan solo nueve discípulos. El nuevo método creado por Kano, no era un simple arte de ataque y defensa como el Ju Jutsu, sino que este nuevo Ju Jutsu era un camino que los hombres debían seguir a través de su práctica. Le dio una nueva denominación "El Judo" (camino de la suavidad). La perspectiva filosófica del Ju Jutsu era "Principio de suavidad". Esta idea estaba influenciada por la filosofía china y el confusionismo que decía: "No debes resistirte contra la fuerza de un adversario; por el contrario, debemos absorberla y aprovecharla para vencer". Bajo estas ideas nace un nuevo principio expresado con la frase "Seiryoku Tenyo" (máxima eficacia en el uso de la fuerza).

Dice Kano: "La condición especial para derribar a nuestro oponente es utilizar un mínimo de nuestra fuerza. Este principio es perfectamente aplicable en todos los órdenes de nuestra vida. Todos los hombres nacemos con las mismas oportunidades; mientras unos permanecen en la ignorancia, otros se convierten en personas importantes y admiradas." Este es un simple resultado de la aplicación de este principio. Posteriormente a este principio Kano nos habla de otro que titula "Jita Kyoei" (progreso mutuo).

También nos enseña lo siguiente: "El Judo es el camino más eficaz para el fortalecimiento tanto físico como mental. Con el entrenamiento se disciplina y prepara el cuerpo y el espíritu, mediante la práctica y las técnicas de ataque y defensa: con ello conocemos lo esencial de este camino. La utilización continua de estas técnicas es la meta fundamental del Judo: superándose uno mismo hasta la perfección en beneficio del mundo".