viernes, febrero 06, 2009

Judokas del Colegio: Gonzalo Bitz Figueroa

Gonzalo es uno de los judokas más antiguos en actividad en el Colegio Manuel Belgrano. Quien haya ido a practicar al Colegio, seguramente se ha encontrado con Gonzalo, quien lleva más de 20 años practicando en forma ininterrumpida en el Dojo Hno. Alberto. También es uno de los pocos judokas que han roto el mito de que el estudio universitario no va de la mano de la práctica habitual del Judo. Habiéndose recibido en tiempo y forma de Contador Público, y posteriormente de Licenciado en Administración, ambos títulos en la Universidad de Buenos Aires, nunca dejó de practicar Judo. Por el contrario, un consejo habitual de él es "una buena práctica, antes de un exámen". Es una forma de limpiar las tensiones del cuerpo, y encarar de una manera más tranquila cualquier tipo de desafío.

Está casado desde el 1° de Diciembre de 2007 con Indiana, quien se desempeña como Licenciada en Administración de R.R.H.H., y próximamente también como Abogada. Comenzó en el Judo por recomendación de su madre Estela, quien pensó que se trataba de una buena disciplina para adquirir autoconfianza. Su padre Derlys, también es un ex-judoka (cinturón azul). Completan la familia sus hermanos Federico (de paso fugaz por el Dojo) y Martina.
De personalidad tranquila y seria, Gonzalo forma parte de la Sub-Comisión de Judo hace años, buscando siempre la forma de promocionar el deporte. No sólo se destaca como Sempai en el Colegio Manuel Belgrano, sino que también tuvo el honor de ser designado por Masaru Kanashiro para dar clases junto a Lionel Borgialli en Nicchia Gekuin (ahora en G.E.B.A.).

¿Cómo fueron sus comienzos en el Judo?
“Comencé a practicar este deporte en el año 1988, a los 10 años de edad. Recuerdo que me llegó una circular de Judo al aula del Colegio, y se la llevé a mi madre. Mi madre me preguntó si me gustaría practicar Judo, a lo que dije que sí. Realmente no sabía de qué se trataba. Sí sabía lo que significaba un arte marcial, ya que de más chico había incursionado en el Karate-Do. Así que fue toda una sorpresa. Comencé entonces a practicar, y desde entonces no he parado nunca. Llevo más de 20 años en esto, y espero no dejarlo en toda mi vida.
Posteriormente me enteré que mi padre también había practicado Judo. Llegó hasta cinturón azul, y era un buen competidor. Su técnica favorita era el Seoi Nage, agarrando a dos solapas.”

Considerando su gran trayectoria competitiva, ¿Cual es su técnica favorita?
“Gracias por lo de mi gran trayectoria competitiva, pero en realidad no me considero competidor. Sí es cierto que me gustan los torneos, pero nunca tuve la suerte de poder entrenar lo suficiente para competir a buen nivel. Siempre me fue bien en los torneos amistosos, en los cuales competía con gente de mis mismas condiciones. Me refiero a judokas que practican semanalmente, pero no a un ritmo como para pretender hacerse un lugar en el alto rendimiento (dobles turnos de judo, entrenamientos diarios, complementos dietarios, etc.). Actualmente me considero un aceptable competidor de cabotaje, o sea llego a los podios en los torneos zonales, pero sin llegar a proyectar nada superior.
Ahora sí, hablando de mis técnicas favoritas, recuerdo que la primera fue el Ippon Seoi Nage. Me dio muchos frutos durante mi etapa de menor. Posteriormente, me fue muy bien con el Uchi Mata. Ya después de los 20 años, con algunas lesiones sobre la espalda, tuve que ir dejando estas técnicas de lado, ya que se me dificultaba la rotación del cuerpo. Así que comencé a entrenar barridas: Ko Uchi Gari, O Uchi Gari, Osoto Gari, etc. Así que hoy día me valgo prácticamente de estas técnicas que comprometen menos la integridad de mi físico.
Hay una técnica que me quita el sueño, que algún día podré ejecutar con efectividad: Tai Otoshi. Por la mecánica del lance, me parece un lance hermoso, completo, de gran potencia. Ojalá pueda llegar a ejecutarlo correctamente.”

¿Tiene alguna anécdota memorable dentro del Dojo?
“Dentro del Dojo siempre hay anécdotas memorables. Algunas ya han sido comentadas en otras entrevistas, como la del “Loco” Parente en el Instituto Kumazawa de Cabildo, que nos hizo practicar en verano con la calefacción encendida y las ventanas cerradas. ¡Una locura! También recuerdo cuando era chico y practicaba con Juan Ignacio Salvochea e Ignacio Montesinos, ambos de mi camada del Colegio Manuel Belgrano. Eran grandes judokas por ese entonces, y nos divertíamos mucho. Nos quedábamos después de clase, practicando lo que hoy día se llama Vale Todo. Obviamente lo hacíamos de una manera inocente y sin lastimarnos. Le llamábamos "Dotri", que significaba Dolor y Tristeza... Teníamos sólo 11 ó 12 años. Lamentablemente ellos dejaron la práctica (Juani incluso vive en Italia actualmente)."

¿Fuera del Dojo tiene alguna anécdota?
“Fuera del Dojo las anécdotas se acumulan increíblemente. Cada tanto organizamos entrenamientos de Judo compartidos con otras instituciones amigas. Siempre después de estos entrenamientos viene la comida… Recuerdo noches interminables tomando una cerveza helada junto al Sensei Filippini, riéndonos de cualquier cosa. De esos tercer tiempo han surgido frases memorables, las cuales no comento por este medio ya que podrían llegar a ser mal interpretadas. ¡Jajajajaja!!”

¿Quienes fueron y son sus Senseis? ¿Que enseñanzas ha recibido de ellos?
“Mi Sensei de toda la vida ha sido Ignacio Filippini en el Colegio Manuel Belgrano. Con él he comenzado este trayecto del Judo, el cual uno nunca termina. Ha sido (y es) un Sensei tanto dentro como fuera del Dojo, lo cual es importantísimo. Siempre dice que “un buen judoka no tiene que serlo únicamente en el Dojo, sino también en la vida. Tiene que ser un buen alumno en el colegio, un buen hijo en la casa, un buen esposo y padre cuando forme su familia, y un buen trabajador”. Con esto creo que defino todo lo que es Ignacio. Dentro del Arte Marcial, Ignacio me ha enseñado de todo. Pero con lo que más me quedo es con su vocación de perfección en la práctica de las Katas y la enseñanza del Ne Waza. Sin lugar a dudas, es de lo mejor del país en esos dos ámbitos.
Actualmente, y desde hace casi 4 años, también tengo el gusto de tener como Sensei a Masaru Kanashiro. A Masaru lo conocí a través de Rolando Toro, también judoka del Colegio. De esta forma, comencé a seguirlo en Asociación Japonesa, luego en Perfecta Libertad y Colegio Nicchia Gekuin, y ahora en G.E.B.A.. Masaru también es un gran persona, constantemente luchando por difundir este deporte. Gracias al Sensei Masaru he podido pulir muchas técnicas de Tachi Waza. Fue el complemento ideal para mí en cuanto al aprendizaje del Judo. Constantemente está encima mío alentándome a ganar confianza en mis lances. Gracias a esto, he vuelto a ganar muchas peleas en torneos.
Tampoco me puedo olvidar del Sensei Sergio Valderrama durante mi estadía en Chile en los años 2002 y 2003. Por ese entonces el Sensei Valderrama era profesor en el Samuri Judo Club (actualmente enseña en el Club Hokuto). Desde el primer día me abrió las puertas para practicar en su Dojo, brindándome un gran cariño y amistad. Siempre que tengo la posibilidad de ir a Santiago de Chile, visito su Dojo. Él también me enseño curiosas técnicas de Ne Waza y Tachi Waza, como el Ippon Seoi Nage con agarre cruzado.
También he tenido otros Senseis como referentes en varias circunstancias, como los hermanos Néstor y Luis Dusetti, Carmelo Parente, Luciano Parola y Pablo Pratesi (estos dos últimos, entrenadores míos en el Manuel Belgrano durante mis primeros dos años), y Rolando Toro (quien también empezó Judo en el Colegio, y después transitó por varios Dojos).”

Sabemos que a Ud. le gusta mucho entrenarse para torneos de todo tipo, incluso de artes marciales hermanas del Judo, tales como el Sumo. ¿Qué sensaciones percibe antes, durante y después de la lucha? ¿Tiene algún consejo para los jóvenes que deseen iniciarse en la práctica competitiva?
“Antes de cualquier competencia recomiendo descansar bien. La alimentación también es importante. Yo he sufrido mucho los pesajes, ya que siempre estuve en los límites de la categoría. Pero desde ya hace un par de años aprendí a competir en donde mi peso se encuentre en el momento, sin tener miedo a regalar peso por pasarme de categoría. Salvo que uno sea competidor de alto rendimiento, en el cual el pesaje es importantísimo, no es ventajoso matarse en la previa para dar el peso.
En cuanto a la práctica del Sumo, la encuentro muy atractiva y divertida. Los principios son similares, y la aplicación de las técnicas también son similares. A todo aquel que tenga la posibilidad de practicarlo, se lo recomiendo.

Próximanente tengo pensado inscribirme en algún torneo de Jiu Jitsu Brasilero, lo cual no es ni más ni menos que el Ne Waza de Judo con mayor desarrollo. No olvidemos que lo que se llama Jiu Jitsu Brasilero fue llevado a Brasil por un alumno de Jigoro Kano.”

¿Cual es la máxima enseñanza que el Judo ha dejado en Ud.?
“El Judo me ha dejado muchas enseñanzas. Pero la que considero más importante es el respecto a la autoridad. En la práctica de Judo siempre nos saludamos, tanto al entrar como al salir del Dojo. Se pide autorización al más graduado. Creo que son aspectos fundamentales de la sociedad misma, aprender a respetar a la autoridad, sin buscar pasar por encima de ella. Dentro del Judo es fundamental el respecto no sólo al prójimo, sino también al lugar donde se practica.”

¿Qué consejo le daría a todos aquellos que están comenzando a practicar Judo?
“Como consejo les diría que perseveren, que todo se puede cumplir. El Judo no es un camino fácil, sino un camino de continuo perfeccionamiento. No dejen las enseñanzas sólo dentro del Dojo. Tomen las enseñanzas del Judo para la vida misma. Si logramos trascender las enseñanzas del Judo fuera del Dojo, estoy seguro de que podemos colaborar para crear una sociedad más armoñosa y justa en todos los aspectos.”
Gonzalo es actualmente 3° DAN, y seguramente este año comenzará su entrenamiento para el 4° DAN junto a sus compañeros Juan Ignacio Filippini y Jorge Raúl Salgado. También planea comenzar a competir a nivel internacional en Katas. Obviamente tendrá que sortear los clasificatorios nacionales, pero por antecedentes puede llegar a cumplir el objetivo junto a los mencionados Juan Ignacio y Jorge (alias "Rulo"), y Tomás Appleyard (2° DAN). También proyecta este año competir en un Torneo Internacional de Sumo (a realizarse en Buenos Aires en Agosto), y en varios torneos de Judo (en el 2008, a pesar de haber sufrido varias lesiones, logró un record positivo de 15 victorias, 2 empates y 9 derrotas, habiendo participado en la Copa Mikio Kawakita de Hinode, Copa San Fernando, Copa Club A. Independiente, Abierto de la Ciudad de Bs.As., y Abierto de Ne Waza. Entre las victorias se destacan las logradas frente a Pablo Elisii y Pablo Martin. Y si tenemos en cuenta que de las 9 derrotas, 6 fueron en manos de Pablo Elisii, Jorge Repetto y Cristian Schmidt, no es un mal record).

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