Próximo a cumplirse el centenario del Judo en Argentina, desde el Manuel Belgrano queremos dar a conocer un poco de la historia de Yoshio Ogata, pionero del Judo en Argentina.
Yoshio Ogata nació en Tokio, Japón, el 18 de octubre de 1885. Su llegada a nuestro país marca la era inicial del Judo Argentino. Ogata fue discípulo directo del creador de esta disciplina marcial, Maestro Jigoro Kano desde el año 1896. A los 18 años de edad abandona el Kodokan ostentando el grado de 2° Kiú.
Portando un importante bagaje de conocimientos recibidos en su intensa dedicación dentro de los muros de la meca judística, recibe el título de instructor, dado que por su corta edad no le era permitido obtener la graduación de Dan. Abandona la capital japonesa rumbo al interior del país buscando suerte como docente de una especialidad que aún no había cobrado auge fuera de los límites de la metrópoli nipona. Es que todavía el Ju-Jutsu se mantenía en la cima y la modalidad de la ciencia creada por Kano resultaba un tanto resistida. Se establece en la ciudad de Yokohama, siendo contratado como ayudante del profesor Hagiwara, propietario de un establecimiento dedicado a la enseñanza de la antigua disciplina Samurai.
A mediados del año 1906 llega a su fin la guerra ruso-japonesa. A partir de ese momento buques de otras nacionalidades comienzan a navegar las aguas que hasta no hace mucho eran escenarios de cruentas batallas. Uno de dichos buques fue la Fragata Sarmiento, nave escuela de bandera argentina. La misma arriba al puerto de Yokohama en uno de sus viajes de instrucción. Su Comandante, el Capitán Adolfo Díaz, llevaba consigo la misión de encontrar para la Escuela Naval Argentina los servicios de un profesor de Defensa Personal, modalidad cuya fama se estaba extendiendo por todos los confines, merced al positivismo que involucraba su uso. La elección recae entonces en Yoshio Ogata, quien parte en la histórica nave rumbo al puerto de Buenos Aires el 3 de Agosto de 1906, arribando el 25 de Diciembre de 1906 luego de pasar por Ushuaia y Bahía Blanca. Queda ligado al gobierno nacional por un contrato cuyas bases estipulaban viaje de ida y vuelta sin cargo, estadía paga por un año y sueldo mensual de 120 pesos, asignándosele el grado de Sub-oficial con el rótulo de primer maestro de armas.
Sus comienzos como profesor de la materia fueron resistidos. Habiendo pasado casi al olvido, el Dr. Carlos Delcasse lo saca de ese relegamiento en que estaba sumido, siendo su primer alumno en judo en el país. Delcasse, persona de encumbrada posición económica y vinculado muy cercanamente a las altas esferas sociales y políticas, consigue que Ogata comience a disfrutar los fundamentos del arte por el cual fue contratado. Ingresa como profesor en la Policía Federal en calidad de Oficial Instructor hasta la expiración de su contrato con la Marina. El entonces Jefe de Policía, Coronel Ramón L. Falcón, conforme al trabajo desarrollado por el joven especialista, decide asegurarse sus servicios en forma definitiva, celebrando un nuevo contrato que le garantizaba clase e imputación. De este modo, Ogata se suma al quehacer argentino como uno más de nuestra comunidad. A partir del año 1910, su prestigio se afianza hasta tal grado que sus servicios son requeridos por varias instituciones. En 1917 contrae enlace con la argentina Margarita Petrona Fabani. Detrás de él otros profesores de judo continuaron su obra hasta arribar al nivel actual. En el año 1966 Kodokan decide premiar su esfuerzo y le asciende a 4° Dan, graduación que ostentó a la edad de 81 años de vida.
Yoshio Ogata nació en Tokio, Japón, el 18 de octubre de 1885. Su llegada a nuestro país marca la era inicial del Judo Argentino. Ogata fue discípulo directo del creador de esta disciplina marcial, Maestro Jigoro Kano desde el año 1896. A los 18 años de edad abandona el Kodokan ostentando el grado de 2° Kiú.
Portando un importante bagaje de conocimientos recibidos en su intensa dedicación dentro de los muros de la meca judística, recibe el título de instructor, dado que por su corta edad no le era permitido obtener la graduación de Dan. Abandona la capital japonesa rumbo al interior del país buscando suerte como docente de una especialidad que aún no había cobrado auge fuera de los límites de la metrópoli nipona. Es que todavía el Ju-Jutsu se mantenía en la cima y la modalidad de la ciencia creada por Kano resultaba un tanto resistida. Se establece en la ciudad de Yokohama, siendo contratado como ayudante del profesor Hagiwara, propietario de un establecimiento dedicado a la enseñanza de la antigua disciplina Samurai.
A mediados del año 1906 llega a su fin la guerra ruso-japonesa. A partir de ese momento buques de otras nacionalidades comienzan a navegar las aguas que hasta no hace mucho eran escenarios de cruentas batallas. Uno de dichos buques fue la Fragata Sarmiento, nave escuela de bandera argentina. La misma arriba al puerto de Yokohama en uno de sus viajes de instrucción. Su Comandante, el Capitán Adolfo Díaz, llevaba consigo la misión de encontrar para la Escuela Naval Argentina los servicios de un profesor de Defensa Personal, modalidad cuya fama se estaba extendiendo por todos los confines, merced al positivismo que involucraba su uso. La elección recae entonces en Yoshio Ogata, quien parte en la histórica nave rumbo al puerto de Buenos Aires el 3 de Agosto de 1906, arribando el 25 de Diciembre de 1906 luego de pasar por Ushuaia y Bahía Blanca. Queda ligado al gobierno nacional por un contrato cuyas bases estipulaban viaje de ida y vuelta sin cargo, estadía paga por un año y sueldo mensual de 120 pesos, asignándosele el grado de Sub-oficial con el rótulo de primer maestro de armas.
Sus comienzos como profesor de la materia fueron resistidos. Habiendo pasado casi al olvido, el Dr. Carlos Delcasse lo saca de ese relegamiento en que estaba sumido, siendo su primer alumno en judo en el país. Delcasse, persona de encumbrada posición económica y vinculado muy cercanamente a las altas esferas sociales y políticas, consigue que Ogata comience a disfrutar los fundamentos del arte por el cual fue contratado. Ingresa como profesor en la Policía Federal en calidad de Oficial Instructor hasta la expiración de su contrato con la Marina. El entonces Jefe de Policía, Coronel Ramón L. Falcón, conforme al trabajo desarrollado por el joven especialista, decide asegurarse sus servicios en forma definitiva, celebrando un nuevo contrato que le garantizaba clase e imputación. De este modo, Ogata se suma al quehacer argentino como uno más de nuestra comunidad. A partir del año 1910, su prestigio se afianza hasta tal grado que sus servicios son requeridos por varias instituciones. En 1917 contrae enlace con la argentina Margarita Petrona Fabani. Detrás de él otros profesores de judo continuaron su obra hasta arribar al nivel actual. En el año 1966 Kodokan decide premiar su esfuerzo y le asciende a 4° Dan, graduación que ostentó a la edad de 81 años de vida.
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